Dificultades en el parto de una Perra

El parto es un proceso natural y, en muchas ocasiones, las perras lo manejan con poco o ningún problema.
Sin embargo, existen situaciones en las que pueden surgir complicaciones. Reconocer los signos de un parto problemático y saber cuándo intervenir o buscar ayuda veterinaria es vital para la salud de la madre y de los cachorros.
Veamos algunas de las dificultades más comunes que pueden presentarse durante el parto de una perra.
Índice de contenidos
Distocia
La distocia se refiere a cualquier dificultad o anormalidad que ocurra durante el parto. Las causas de la distocia pueden ser muchas, pero se suelen dividir en dos categorías: distocia materna y distocia fetal.
Distocia Materna
La distocia materna se refiere a problemas relacionados con la madre. Algunas causas incluyen:
- Contracciones uterinas inadecuadas: En algunos casos, la perra no puede tener contracciones lo suficientemente fuertes como para expulsar a los cachorros.
- Anomalías en el canal de parto: Esto puede incluir tumores, cicatrices o un canal de parto estrecho.
- Agotamiento: Si el parto es prolongado, la perra puede agotarse y no tener la energía necesaria para continuar con el proceso.
Distocia Fetal
Estas complicaciones están relacionadas con los cachorros. Algunas causas son:
- Posición anormal del cachorro: Para un parto normal, el cachorro debe estar posicionado para salir cabeza o patas delanteras primero. Si está en una posición anormal, como de nalgas, puede dificultar el parto.
- Tamaño del cachorro: Un cachorro demasiado grande puede no pasar a través del canal de parto.
- Muerte fetal: Un cachorro que haya muerto en el útero puede causar obstrucciones y complicar el parto de los demás cachorros.
Síntomas de un parto problemático
- Más de 2 horas entre el nacimiento de un cachorro y el siguiente.
- Más de 30 minutos de esfuerzo intenso sin que nazca un cachorro.
- Descarga vaginal anormal o con mal olor.
- Fiebre o depresión.
- Pasan más de 24 horas después de que baja la temperatura corporal y aún no comienza el parto.
¿Qué hacer ante un parto complicado?
Si sospechas que tu perra está teniendo dificultades en el parto, lo primero y más importante es contactar a tu veterinario inmediatamente.
No intentes solucionar el problema por tu cuenta, ya que puedes causar más daño.
El veterinario puede requerir una cesárea o proporcionar medicamentos para estimular las contracciones, según el caso.
El parto de una perra puede ser un evento hermoso, pero también es crucial estar preparado y atento a posibles complicaciones. Conocer las señales de un parto problemático y actuar rápidamente puede marcar la diferencia en la salud y supervivencia tanto de la madre como de los cachorros.
Medidas preventivas para un parto seguro
Aunque no siempre se pueden prevenir las complicaciones durante el parto, hay algunas medidas que los dueños pueden tomar para minimizar los riesgos y prepararse para una eventual emergencia.
Consultas prenatales
Es esencial llevar a la perra a chequeos veterinarios regulares durante el embarazo.
Estas visitas permiten monitorear la salud de la madre y los cachorros en desarrollo, y también detectar posibles complicaciones antes del parto.
Espacio adecuado para el parto
Prepara un lugar tranquilo, limpio y cómodo para que tu perra dé a luz.
Este espacio, a menudo llamado «nido», debe estar alejado de la actividad cotidiana del hogar y tener fácil acceso para que puedas monitorear el proceso.
Nutrición balanceada
Una alimentación adecuada durante el embarazo es fundamental. La perra embarazada necesita más calorías y nutrientes conforme avanza su gestación, lo que asegura que tenga la energía necesaria para el parto.
Evita el estrés
El estrés puede complicar el embarazo y el parto.
Asegúrate de que tu perra tenga un ambiente tranquilo, sin estímulos estresantes, especialmente al acercarse la fecha del parto.
Postparto: Cuidados esenciales en la perra
Una vez que una perra ha dado a luz, el inicio de una nueva etapa se marca, el postparto.
Aunque el nacimiento de los cachorros es motivo de alegría, el trabajo y la atención no terminan con el parto. Estas primeras horas y días son cruciales para asegurar la salud y el bienestar tanto de la madre como de sus cachorros.
Monitoreo constante
Las primeras 24 a 48 horas después del parto son esenciales para establecer un buen comienzo para la madre y sus cachorros. Durante este tiempo, la madre estará exhausta pero dedicada a cuidar a sus cachorros, por lo que es importante garantizar que todo vaya según lo planeado.
Observa que todos los cachorros se unan al pezón de la madre y comiencen a amamantar. La leche materna, especialmente el calostro producido en las primeras horas, es vital para proporcionar a los cachorros los anticuerpos necesarios para protegerlos de las enfermedades.
También es fundamental que la madre los limpie, los mantenga calientes y responda a sus lloriqueos o inquietudes.
Limpieza del área de parto
El entorno en el que una perra y sus cachorros pasan su tiempo debe ser higiénico para evitar cualquier riesgo de infección. Asegúrate de que la zona esté libre de cualquier fluido o desecho del parto.
Es recomendable cambiar las sábanas, toallas o mantas con regularidad, preferiblemente una vez al día o cuando estén sucias.
Asegurar un ambiente limpio no sólo previene infecciones, sino que también proporciona un ambiente cómodo y seguro para la madre y los cachorros, facilitando la adaptación a esta nueva etapa.
Consulta postnatal
Una vez que la perra ha dado a luz, no significa que las visitas al veterinario deban detenerse. Un chequeo postnatal es esencial para asegurarse de que tanto la madre como los cachorros estén en buen estado de salud. El veterinario puede verificar que la perra haya expulsado todas las placentas, que no haya signos de infección y que esté produciendo suficiente leche para sus cachorros.
Además, es una excelente oportunidad para discutir cualquier inquietud o pregunta que pueda surgir, como el cuidado de los cachorros, la alimentación de la madre y la futura vacunación de los cachorros.
La fase posterior al parto es tan crucial como el embarazo y el propio proceso de parto. Si bien es un período de celebración, también es un momento que requiere diligencia, cuidado y mucha atención.
Con el enfoque adecuado y el compromiso de brindar el mejor cuidado posible, tanto la madre como sus cachorros pueden prosperar y desarrollarse saludablemente. La colaboración con un veterinario y la educación continua son la clave para garantizar que esta etapa sea un éxito.
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